Porque si el Perú hubiera sido un conjunto de grupos aldeanos, sin desarrollo cultural, no habría para qué buscar las raíces. Aquí se habla del orgullo de ser peruanos, pero orgullo de qué. La gente se queda en el aire. No es así. El país que tenemos fue extraordinario. Tiene ocho regiones y 84 pisos ecológicos. Tenemos 69 culturas que tuvieron un extraordinario desarrollo tecnológico, científico y cultural. Lo demuestran las construcciones de ciudades, sistemas de irrigación, cultivo y cosecha de lluvias, textilería, orfebrería, cerámica, escritura, tradiciones, música, danza, etc. Hace diez mil años comienzan con la domesticación de 450 especies alimenticias más o menos que se dan al mundo a partir del siglo XVI. Su religión fue ecológica y carismática, no tuvimos dioses, conocieron tanto la naturaleza y las fuerzas cósmica<s y terrígenas que las consideraron familia. Hay que recuperar la memoria de lo que tuvimos y de lo que queda en las comunidades nativas para tener una base firme, para crecer ordenadamente, para sentir un compromiso para seguir adelante . Los políticos corruptos no tienen idea de la obligación que contraen con sus representados, la indolencia de muchos es fruto de su ignorancia, el no encontrar sentido a la vida ni respeto por la vida de los demás es consecuencia de todo esto en parte. En mi país sigue existiendo gente maravillosa honrada, trabajadora, inteligente y eso me reconcilia con las cosas negativas que pasan cada día.En su trabajo, usted parece tener un compromiso con la recuperación de la cultura prehispánica. ¿Por qué es esto importante para usted personalmente?
Yo soy periodista. Siempre he trabajado en diarios y revistas. De qué otra forma hubiera podido sostenerme y sostener a mi familia. Yo no tenía herencias, no venía de una familia acomodada. Mi padre era periodista y mi madre una mujer de talento pero económicamente de clase media. Hoy no tengo trabajo en periódicos ni revistas porque prefieren gente que trabaja a destajo. Alguna vez vendía fotografías para mis artículos y me dijeron que preferían el regalo que les hacían los mochileros a quienes les bastaba una mención de su nombre o una propina. También son de su preferencia jóvenes periodistas que no tienen grandes obligaciones.Como intelectual peruana muy activa, puedes decir lo que las revistas o asociaciones locales eran importantes para usted en el sostenimiento de su trabajo?
¿Hubo influencias intelectuales de fuera de Perú que eran importantes para usted?
He leído mucho a autores españoles, franceses, ingleses, desde los cuatro años de edad. Siempre estaba enferma y la única forma de mantenerme en la cama para mi padre fue enseñarme a leer y comprarme después libros, las revistas las leía en minutos.
¿Cree que es posible recuperar las formas de pensar que pertenecieron a las culturas pre-coloniales? ¿Qué importancia pueden tener ellos ahora?
No creo. En tantos siglos pasados la vida ha cambiado, los sueños, las pesadillas, las tecnologías, las necesidades. Si pudiera hacer retroceder el tiempo sólo iría a ver cómo era su vida, los centros poblados, el paisaje. Debe haber sido fascinante. Hay valores que persisten en las comunidades andinas. Ahora que tenemos tanta inseguridad, asaltos, robos, etc. es casi un milagro sentir que en las comunidades se puede dejar equipos, provisiones, dinero y saber que no tocarán nada. Muchas veces he compartido en mis viajes su fiambre ofrecido con generosidad. He dejado mis pertenencias en sus estancias o chozas que no tienen puertas ni llaves con tranquilidad. Son gentes excelentes, con un sentido solidario qu4e no se encuentra en las ciudades. Los españoles inventaron una especie de máximas que muchos operuanos creen que son de Pachakuti Inka Yupanki. Ama Suwa, Ama Qella, Ama Llulla. Es decir “no robes” (lo que en realidad era no le robes al patrón porque todo es suyo); “no seas ocioso” (trabaja para el patrón sin descansar porque es tu obligación y los hacían trabajar desde las 5 a.m. hasta las 5 a.m.) ; “no mientas” (cuéntale todo al patrón porque es tu dueño y debes hacerlo sin ocultar nada) Eso no funciona para ellos.
En los Andes sin que los obliguen trabajan cuanto pueden y si se rebelan es contra la explotación (recuerdo haber visto mujeres que iban por los chakiñan, caminos de pie hilando, sus manos nunca estaban ociosas); no necesitan robar porque la producción de sus tierras les basta, además tienen algún ganado, alpakas, vacas, ovejas, kuyes, etc); no tienen para qué mentir. Esto es impracticable en las ciudades. No sólo en el Perú sino en medio mundo. Es cierto que son recelosos pero se debe a que siempre los han engañado y se aprovechan de ellos, pero cuando advierten que estamos en el mismo camino, que creemos en lo que ellos creen, se abren y hablar de historias muy hermosas, costumbres muy antiguos interesantes, tradiciones que asombran, artes (textilería principalmente, teñido), ciencias (conocen todos los huesos del cuerpo humano y son unos quiroprácticos excelentes, igualmente las virtudes de hierbas medicinales), técnicas agrícolas (sus antepasados domesticaron 427 o más especies alimentarias y medicinales que hoy usan los países del mundo, saben sembrar y cosechar las lluvias, auscultar en el cielo y a través de indicadores animales y vegetales si el año será bueno para el campo); tienen música para nacer, morir, curar, comer, meditar, comunicarse, etc., ya alegre, ya triste, ya bélica), danzas ( por lo menos unas cuatrocientas de las mil doscientas que tenemos son ctreaciones de ellos, los pulis registran en sus danzas el crecimiento de la kinua o kihura, etc,)
No hubiera escrito revelaciones en mi libro si ellos no me hubieran contado los relatos que se hicieron de padres a hijos por cientos de años. La gente de ciudad incluyéndo los antropólogos afirman que no saben nada sin haber hablado con ellos.